Evitar utilizar a los hijos como chivo expiatorio o para chantajear a la pareja, cuando hay desavenencias conyugales o en el caso de disolución de las relaciones, ya sea por separación o divorcio.
Evitar utilizar a los hijos como chivo expiatorio o para chantajear a la pareja, cuando hay desavenencias conyugales o en el caso de disolución de las relaciones, ya sea por separación o divorcio.
Estar atento a los primeros casos de accesos de ira, comportamiento auto lesivo o intento de suicidio, ya que estas conductas son lo suficientemente graves para pedir ayuda profesional sin que se precise de otros síntomas.