Los omniscientes N°1 , Julio 2014 | Page 9

Dulce modorra

Desnudo tú en mis brazos. En la alcoba

esquivos de dormir. La noche afuera

pugnaba por entrar como si oliera

el rastro de su presa hambrienta loba.

Desnudo tú en mis brazos. Dulce, proba,

mi mano te palpó. Se vació entera

tu cándida lujuria en la certera

resistencia nupcial de la caoba.

Exhaustos ya de amarnos,fatigada

la noche nos veía. Quedé mudo

y abrí de la ventana los cerrojos.

La noche entró por ella desvelada.

Los párpados cerraste. Yo desnudo.

Y se quedó a dormir sobre tus ojos.

AUTOR: Roberto Almeyda (Lima, Perú)