Dulce modorra
Desnudo tú en mis brazos. En la alcoba
esquivos de dormir. La noche afuera
pugnaba por entrar como si oliera
el rastro de su presa hambrienta loba.
Desnudo tú en mis brazos. Dulce, proba,
mi mano te palpó. Se vació entera
tu cándida lujuria en la certera
resistencia nupcial de la caoba.
Exhaustos ya de amarnos,fatigada
la noche nos veía. Quedé mudo
y abrí de la ventana los cerrojos.
La noche entró por ella desvelada.
Los párpados cerraste. Yo desnudo.
Y se quedó a dormir sobre tus ojos.
AUTOR: Roberto Almeyda (Lima, Perú)