SUSURROS AL OÍDO
Bajo cristalinas agudas gotas¡
Caminamos en tormentas,
Descalzo los pies sin botas,
Con sones de doradas trompetas.
Sentir en soledad, el alma vacía,
Por tercos y crueles pensares,
Es incoar el alma a males cada día,
En oscuros táctiles y curvares.
Dejarse quitar la dulce calma
Por la intrépida y sola tristeza,
Sacar el empecer de tu alma,
Sonreír y mirar con suave fineza.
No dejar el sutil corazón vacío
Se debe de estar muy enamorado,
El calor humano calma el vivo frío,
La soledad, es estar en el en cantilado.
El ser brilla como el fino cristal
Del interior parte la indeleble felicidad,
Sin pasión es cavar tu inicio final,
Unión y amor es la hermandad.
Traza tus sueños e inéditos pensares
En tangibles alas del infalible viento,
Volarás entre ocasos de bellos mares,
Incrustar amor y vida con aliento.
Marcha hacia el horizonte sin dudar
En la planicie de basta firmeza,
No quedarán sueños por truncar,
Irrefutable fuerza de la grandeza.
En corazón, y del sutil alma pura,
En vientos y cielos de un bello final,
De personas bellas con cordura.
Ven al manantial de pensares divinos
De liras y arpas de finos sonares,
Escucha sus cantos, sonoros flautinos,
Ayudamos en bastos de bellos lugares.
El amor es compartir lo poseído...
Dar alegría sin tener retroceso,
Ven a mi coto y te diré al oído,
Susurros del alma en verso.
José Manuel de Quintero Rojas
Managua - Nicaragua