Relación
Tic tac sofisticado, un toc hueco,
un reloj de pared y una hora al espejo.
Avecilla cucú, manecillas hambrientas
sonidos al viento y palabras inciertas.
Sesenta segundos, un cuarto oscuro,
una media al piso, un tiempo puro;
un efímero sueño, un deseo tierno,
besos y abrazos: recuerdo eterno.
Veinte y cuatro gatos merodeando la casa,
dos almas dentro y el cronómetro en pausa;
un momento de espera al camino del sol
y algunos minutos al despertador.
Fé y velocidad, Chronos es tonto;
¿tendré la razón al llegar tarde y aún es pronto?,
la pasión le dio paso a la amabilidad
y me dieron el premio por puntualidad.
Y adelanté el reloj…
Héctor Ibarra (Querétaro, México)