Los omniscientes N°1 , Julio 2014 | страница 11

Mirada , cansada

pupila, marchita

tengo los ojos puestos en la nada cada tarde ...

oscuro vació

desdén de dioses ...

Un metro cuadrado , ventana de invierno

el eterno vicio

el de volverse vicioso ...

no importa el trago , no importa la "mina"

no importa la piel …

¿Propósito?

mirada lejana

Catarsis de tiempos mejores

y lanzas que vienen como un bumerán

y es que

el tirano siempre viene a cobrar tus cuentas.

Madre, te oigo muy bajito

Pero te mantengo lejos

de este cuerpo etéreo ,

que tiene como filosofía la autodestrucción

definitivamente filosofía humana al máximo ...

Días de frágil coherencia

mantengo mi mente lejos de la tierra

Entonces me escondo entre oleos y pinceles

Danzo sobre lienzos

que contienen mi esencia

Pléyada te recuerdo en ellos

con suaves pinceladas

y melodías de Chopin apuñalando mi alma ...

Colores que definen

mi estado ...

mi escape ... mi pared donde clavo mis puños

con metáforas de códigos , formas , y signos

donde liberas al infierno de la culpa , sobre tus culpas .

Y te muestras irreverente

con lo celestial, que al final solo es espectador...

novela, solo eso...

y al cerrar la página

eres humano otra vez...

dueño de ti...