Los Jaivas Testimonio y Marca 1 | Page 94

Afiche de las presentaciones del disco “El Indio” en el Teatro Coliseo, Buenos Aires. Documento original de archivo Jaivamigos. entonces “cántate alguna cosita”. “Y qué voy a cantar, no tengo nada que cantar”. Y a mí se me ocurre, y me acuerdo, justo hacía poco, no hacía más de una semana, yo había escrito un poema que podía pegarle al asunto, por el clima de la canción, y se lo llevo al Gato y le cuento: “Mira, yo creo que le va a pegar, a ver, trata de hacer algo”, y así empieza. El poema era mucho más largo, la letra de “La Conquistada” es quizás menos de la mitad del poema, pero siempre Gato hizo eso. Empecé a ver yo y el Gato va eligiendo lo que conocemos como letra de la canción y yo me voy sorprendiendo, va dejando fuera todo lo demás. Pero ahí empieza el trabajo verdadero de nosotros, porque, posteriormente, yo le voy a escribir a Gato, ya sabiendo cómo es el asunto. Y él va a aceptar que yo le escriba, sabiendo cómo es el asunto también. Después llega la técnica tan grande, posteriormente, porque en ese momento no había ninguna, solamente en la primera etapa, pero posteriormente, en la última etapa, Gato tarareaba no más, y yo le ponía la letra. Así, tan simple como eso. Pasó pocas veces viceversa, aunque yo siempre he dicho así: Gato era capaz de ponerle música a un boleto de micro y yo letra a cuando se cae un pañuelo. Era, según mi punto de vista, una dupleta bien completa. Pero aquí está empezando, en “La Conquistada” Empieza, cuando yo voy corriendo a buscar el poema. Esa es la etapa de la conciencia. Si bien es cierto, en “Los Sueños de América” está todo dicho, aquí se hace efectivo, pero se hace efectivo en la música. Nuestra música entonces va a empezar a responder más a una especie de visión precolombina de América que a ser una música europea totalmente. Se arma y se crea, por primera