Los Jaivas Testimonio y Marca 1 | Page 37

esa pasión que nos llamaba y que estaba latente. Ahí la estábamos viviendo. Y ahí empieza a final de cuentas la aventura, porque mientras somos nosotros High Bass no hay aventura, solamente vida, muy bonita también. Claudio: Nos vamos entendiendo nosotros como grupo, hay cosas que vamos desechando, otras de las que nos vamos apropiando, y empiezan a aparecer instrumentos. Aparece una trutruca por ahí, ritmos, de repente empezamos a tocar ritmos que son como bien primitivos, pero que uno se da cuenta que están en todas las músicas más primitivas, indígenas en cualquier parte del mundo. Ahí empieza a nacer ya, se empieza a gestar el lenguaje. Empiezan a nacer melodías. Empiezan a aparecer los elementos del lenguaje y se empieza a armar el lenguaje, lenguaje que hasta el día de hoy seguimos utilizando y evolucionando. Pero ese período de improvisación fue muy importante, y afortunadamente nosotros, bueno, de repente esta cosa del rompimiento con lo establecido, y con la sociedad al final de cuentas, lo llevábamos al extremo, o sea, nosotros éramos ya como fundamentalistas. Ahí no queríamos nada, por ejemplo grabar un disco era como prostituirse, era como entrar ya a transar con las compañías, y además grabar era como retener un instante que no había para que retenerlo. La música era efímera, pasaba cuando pasaba, y después se iba, se evaporaba en el éter. Eso después empezó a cambiar, después nosotros de repente nos dimos cuenta, “oye, toda esta música, todo esto que hemos hecho no queda en ningún documento”, y ahí se nos ocurrió ir a grabar a un estudio. En esa época nosotros estábamos tan seguros de lo Gabriel, Claudio, Eduardo, Gato y Mario ensayando en la casa de calle Viana, Viña del Mar. Fotografía original de Francisco Rivera Scott.