Los Jaivas Testimonio y Marca 1 | Page 173

el poema “Uva madura”, lo escribo casi entero en el propio lugar subiendo a Elqui. De esta experiencia iba a nacer un poemario. De regreso a Viña del Mar, después de dos días, se produce el verdadero milagro. El poemario “Mamalluca” es escrito en una noche, salvo el poema “Clase Fantasma” que lo escribo en París. Pero todo el resto de los poemas se van escribiendo al mismo tiempo, saltando de una hoja a la otra, de un fragmento de poema al otro. Es así como se finaliza el primer homenaje poético, el primer reconocimiento de un poeta chileno hacia la grandeza de la poesía de Mistral. Se cumple de esta manera el sueño de muchos chilenos de ver cantada por nosotros su propio terruño, la tierra que lo cobija, que lo ampara. Es así, también, como en “Mamalluca”, yo adopto definitivamente el canto a nuestras tierras, a nuestros paisajes, a nuestra geografía y a nuestros pueblos, a nuestros gustos y nuestros símbolos que nos hacen soñar, a nuestro mar, a nuestro desierto. Yo, si me siento poeta es porque alguna vez leí a Gabriela Mistral, alguna vez leí a un poeta francés, porque alguna vez supe que existía esa huevada que se llama poesía, si no no puedo haberme hecho poeta yo, con qué razón lo iba a decir. Eduardo tocando teclado en un concierto. Fotografía original de archivo Los Jaivas.