Ya se sabía que nosotros no habíamos ido ni íbamos a
ir tampoco, o sea que nos íbamos a hacer los pesaditos
e íbamos a hacer la música sin haber visitado Macchu
Picchu. Pero teníamos la gran coartada, de que estábamos interpretando a Pablo Neruda, y eso nos limpiaba
la falta de no estar en Macchu Picchu, claro, nos podría
haber limpiado siempre y cuando hiciéramos