Gatos callejeros o asilvestrados
Con este término se considera a todo gato que ha vuelto a ser salvaje y tiene poco contacto con humanos. El gato asilvestrado o callejero61 puede ser un gato que ha sido abandonado, huido de sus amos, perdido por sus dueños, o ser un descendiente de gatos en esta situación.
Los gatos asilvestrados pueden vivir solos, saben ubicarse en zonas ajenas al hogar y a sobrevivir, aunque suelen formar grupos llamados "colonias". Normalmente las colonias de gatos callejeros se ubican en lugares donde pueden vivir más cómodamente, sea porque los alimentan o por la abundancia de roedores. En las colonias ya constituidas es muy difícil que entren gatos nuevos, porque los gatos son animales muy territoriales.
A pesar de que los gatos son animales muy adaptables y en contra de la creencia popular, su expectativa de vida está reducida en un ambiente hostil. Debido a que los requerimientos proteínicos del gato son altos, es difícil para las colonias en medios urbanos satisfacer sus necesidades alimentarias. Los gatos que viven en la calle son muy susceptibles a enfermedades, atropellos, envenenamientos, etc.
Mientras que las colonias controladas de gatos callejeros mediante el método "Capturar-Esterilizar-Soltar" (en inglés Trap-Neuter-Return, o TNR) son beneficiosas para el entorno (control de plagas dañinas como son las ratas o cucarachas), su descontrol da lugar a que los gatos enfermen y procreen sin cesar, lo que a la larga desencadena la eliminación de la colonia por los vecinos o de los propios ayuntamientos. Es interesante hacer notar que, aunque se elimine una colonia, en el plazo de meses otra nueva se habrá establecido en la misma zona, incluso habría más, si entre estas no se confrontan.
Numerosas asociaciones y particulares se encargan de una forma totalmente altruista de controlar estas colonias. Este control consiste básicamente en proporcionarles alimentos y agua en zonas que no molesten a la vecindad, y también en ir capturando a todos los miembros de la colonia para su posterior esterilización, identificación, vacunación y chequeos veterinarios. De esta forma el número de gatos de la colonia se mantiene, o incluso desciende, y la calidad de vida de los gatos aumenta.
En Australia, las generaciones de plagas de gatos abandonados son un problema ambiental, incluso se permite su caza por parte de aborígenes que se alimentan de ellos.