los desastres de la guerra DESASTRES DE LA GUERRA - Goya- | Page 82
está pudriéndose. El campo está lleno de cadáveres lo que da idea de la re-
presión. En el dibujo se aprecian más de una decena. Pocas veces la pintura
universal ha representado una realidad tan descarnada, tan asqueante, tan
antirromántica, tan duramente acusatoria.
Una escena que nos fuerza a mirar para otro lado, pues su hedor nos
huele y su dolor nos mancilla. No hay concesiones aduladoras. He ahí una
prueba extrema de la función social del arte, de su contenido compromete-
dor para mostrar realidad, no solamente naturalismo. Una nueva misión
fuera ya del alcance estricto del mercadeo adulador al que nos tenía acos-
tumbrado casi toda la historia del arte hasta ese instante.
Sabe combinar hábilmente la contraposición de blanco-negro. Sue-
los en oscuridad para destacar los cuerpos trabajados solamente en sus
líneas perimetrales. Es otra composición piramidal escorada ala derecha,
donde los trazos curvos de las colinas le sirven para diferenciar distintos
planos, siempre con un punto de vista muy a ras de suelo, como un elemento
simbólico ideológico de su postura comprometida nivel de tierra.
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