los desastres de la guerra DESASTRES DE LA GUERRA - Goya- | Page 198

figura que con enorme dificultad transporta otra imagen. Parece claro que si en la anterior se extrañaba de esa devoción ab- surda, en esta fustiga a quienes cargan esas supercherías. Una manera de decirnos que también las clases dirigentes están con las mismas devociones y utilizando las reliquias para seguir aumentando la sumisión reaccionaria como motivo de dominación política. Una manera de oscurantismo proclive al aplauso de políticas y costumbres conservadoras. En esta ocasión no es un burro, son los propios hombres-nobles quie- nes hacen de burro, quienes toman el mismo rango. Son partícipes, no se humillan. Ellos mismos se encargan del extraño y absurdo ritual. Parece indicarnos que en ese protagonismo está una parte importante de la culpa de esa superchería. Cuánta gente se sentiría aludida hoy día por esta acu- sación? La composición vuelve a recurrir a la economía de un primer plano potente, donde se presenta cuanto le parece significativo para que podamos tener claro su mensaje, su incisión crítica. La novedad compositiva, respecto a la anterior, está en ese ligero apunte de una calle, pero que como la extraña devoción precedente: Esta no lo es menos. 200