los desastres de la guerra DESASTRES DE LA GUERRA - Goya- | Page 170

arrogante del militar contrasta con el resto de la escena, donde destaca un hombre enfermo, con aspecto cadavérico implora y grita su angustia. Las figuras de los otros hambrientos se entremezclan en una sombra dibujada a trallazos sobre la que vomita otro de ellos. Un personaje de espaldas a duras penas se apoya sobre las piedras de un muro. Todo inútil, todo es en vano. La hambruna no es capaz de conmover la figura que ejemplifica a los responsables de tanta desgracia. Una casa y unas ruinas bastan para darnos información de una calle. El hecho por tanto puede ser trasladado a cualquier calle que, no obs- tante, rompe lo habitual en la serie, en el que ese dato concreto es suprimido. Con técnica cada vez más deslavazada, más abocetada, y un sabio trata- miento de luces y sombras, consigue desvelarnos situaciones, instantes con- gelados, y a la vez vivos, de la tragedia. 172