los desastres de la guerra DESASTRES DE LA GUERRA - Goya- | Page 162
mientras va hacia su madre. Ese ser tierno, desprotegido, lleva sus manos a
los ojitos para acompasar el llanto. La figura por sí misma es ya debeladora
del drama, enternece, emociona. Llora mientras avanza hacia su madre.
Huérfanos por muerte de los padres. Otra de las consecuencias trágicas de
la contienda, hambre, muerte, orfandad. El friso espeluznante que Goya va
desgranando pasa por la brutalidad, la venganza, la deshumanización de
los seres, el sadismo, la tortura, muerte por garrote vil, ahorcamiento, fusi-
lamiento, violación, bombardeo, empalamiento, descuartizamiento, quema
de pueblos, desplazados por miedo, por falta de comida, saqueos, huidas
forzadas, mutilaciones, heridos, hambre de los pobres, muerte de los más
débiles.
Todas las situaciones son mostradas sin escapismos correctores, sin
falsos pudores. Sufre sabiendo que otros están sufriendo y nos araña con
planchas arañadas más que dibujadas. Una galería del horror, capaz de
iluminarnos del error de la guerra. La guerra como fracaso humano.
La composición no puede ser más sencilla, más escueta. Un fondo
envolvente conseguido con el mordido de una resina, dotan la escena de
un espacio envolvente, abstracto, sin referencias, espaciotemporales. Seis fi-
guras, nada más, las del centro bañadas de luz -así como la niña-, sobran
para decir lo que quiere, para mostrarnos otra faceta de la tragedia.
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