los desastres de la guerra DESASTRES DE LA GUERRA - Goya- | Page 144
una dirección un tanto absurda, como sin rumbo determinado. Contrasta
con el caminar más reposado y la expectación que muestran quienes vie-
nen detrás en masa compacta por la derecha. Incluso la figura que sirve de
unión entre las principales y el resto está sentada (?) a contracorriente. De
las tres figuras centrales, la del medio se alza el hábito para poder correr,
mientras que las otras dos en su caminar gesticulan con los brazos como si
estuvieran dirigiéndose al resto de los religiosos/as.
El epígrafe es desconcertante. También esto, tras el todo va revuelto
anterior parece indicar más una queja, un poner el acento que en la Guerra
y la situación que vive el país ni siquiera los frailes, la intocable Iglesia y su
órdenes religiosas se libran del desastre. Todo está trastocado, revuelto (por
usar palabras de Goya); también le llega el turno a monjas y frailes.
Nos ha presentado escenas de violencia inusitada, explosiones, in-
cendios, violaciones, ahorcamientos, empalamientos, amputaciones degolla-
mientos, ejecuciones públicas, fusilamientos,... ahora le toca el turno a los
intocables. También esto. Lo que hemos tenido que ver! La guerra, parece
lamentarse, no respeta casi nada ni a casi nadie.
En la próxima plancha nos lo ampliará con desplazados civiles y
nos dirá: Yo lo vi.
En esta composición vuelve a utilizar la diagonal que ahora se pro-
longa hacia la parte superior de la derecha en un paisaje montaraz y a la
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