Los Cuentos de Beedle el Bardo Los Cuentos de Beedle el Bardo pdf | Page 3
desagradable. Ninguno de sus hechizos funciona desde entonces, y no puede
escapar del saltarín caldero que los sigue, incluso hasta al lado de su cama.
Al siguiente día, el hijo abre la puerta a un anciano que ha perdido su burro.
Sin su ayuda para cargar víveres al pueblo, su familia moriría de hambre.
El hijo le cierra la puerta al anciano. De inmediato, el caldero saltarín lleno
de verrugas, comienza a quejarse como burro y a gemir de hambre. El hijo
recibe a más visitantes, y hacen falta lágrimas, vómito, y un perro llorón
para que el mago sucumba a su responsabilidad, y al verdadero legado de
su padre. Renunciando a sus maneras egoístas, llama a la gente del pueblo
para que vayan a pedirle ayuda. Uno por uno, cura a los enfermos, y al
hacerlo, vacía el caldero. Al final, sólo queda la misteriosa zapatilla, la
única que calza perfectamente en el ahora ambos caminan (y saltan) hacia
la puesta de sol.