Cuando Alí y Abel se enteraron de esta noticia, no les quedó otra opción que irse del pueblo ya que si se quedaban allí los iban a descubrir y a decapitar. Entonces, rápidamente recogieron todas sus cosas, se despidieron de Baltazar y Alana (a escondidas) y se fueron a otro país. Arabia, un lugar maravilloso y sin peligros.
Unos cuantos años después, Alí y Abel ya eran grandes, y de niños pobres pasaron a ser reyes de Arabia.
Pero no crean que este es el final, hay muchas más historias sobre Alí y Abel: dos chicos que de pobres pasaron a ser reyes ricos.
FIN...