Hay una diferencia en vivir por vivir y en vivir con un propósito, cuál es el sentido, el para qué de mi vida. Conociendo el propósito es más fácil decidir qué es lo importante y que no lo es. Si quiero conocer mi propósito en la vida debo pasar por el autoconocimiento.Para definir la visión, qué tal preguntarte ¿Cuál es tu sueño? ¿Cómo te sueñas dentro de cinco años? ¿Cuál es el camino hasta llegar allí? Eso permitirá marcar el rumbo y establecer las etapas. definir las sendas para convertir ese sueño en realidad.
El segundo hábito es la primera creación.