"Buscar un lugar privado y ser capaz de retirarse cuando los ánimos
están demasiado caldeados es lo ideal".
Aprender a discutir
Evitar la agresividad, la violencia y los comportamientos que hieran
a la pareja (por ejemplo, insultos).
Dialogar con tu pareja e identificar con ella qué comportamientos
generan conflictos.
Mantener una comunicación fluida y respetuosa para llegar a
acuerdos.
Comprender que hay temas que los niños no van a comprender,
por lo que es mejor mantenerlos al margen.
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LONG ACTUALIDAD
Asegurarse de que los hijos entienden el conflicto cuando están
presentes. Así entenderán cuáles son las diferencias entre la pareja y
cómo se resuelve de forma pacífica.
Utilizarlos para mediar un conflicto con la pareja puede generar
angustia y sentimientos de culpabilidad.
Evitar enfrentamientos agresivos pero, si los hubo, explicar a los
niños que ese es un comportamiento inadecuado, que resolverán
más tarde el conflicto y que la pelea ya ha terminado. Es importante
no convertir esta situación en una costumbre pues los hijos
eventualmente pueden perder la credibilidad en los padres.