Literatura BDSM El Límite de La Tentación ( Eve Berlin ) | Page 155
—Me siento como una mierda.
—¿Quieres hablar de ello? —preguntó Alec.
—No, en realidad, no.
—Déjame adivinar, ¿tiene algo que ver con el hecho de que Mischa volviera a San Francisco el
domingo por la noche?
—¿Cómo? ¿Se ha ido?
—No ha hablado todavía con Dylan. Deduzco que eso significa que vosotros dos tampoco lo habéis
hecho.
—Deduces bien. —Connor no pudo evitar otro gruñido.
—Y —continuó Alec— supongo que esa es la razón por la que estás de tan mala leche.
—«De mala leche» ni siquiera se acerca a describirlo.
Alec se quedó callado un instante.
—Sé que no somos el tipo de personas que compartimos nuestros sentimientos, Connor, pero
cuéntame qué narices ha ocurrido. Y antes de que me digas que prefieres no hacerlo, es evidente. De
todos modos, hazlo.
Alec tenía razón. No quería hablar de ello. No quería hablar de nada. No quería decir que había
estado pasando del trabajo. Que había estado dándole vueltas a todo como un perro apaleado. No
quería hablar del maldito tiempo. Pero no podía soportar sentirse a punto de explotar cada segundo del
día que pasaba despierto.
—La he dejado. —Se le contrajo el estómago en un fuerte nudo y agarró el volante—. Y no lo he
hecho bien. Ni siquiera he hablado con ella. No me he asegurado de que estuviera bien. No he hecho
ninguna de las cosas que nos enseñaron a hacer. Que me enseñaron a hacer. He actuado de forma
irresponsable y cobarde, mierda, lo sé.
—La has dejado después de jugar con ella —dijo Alec. Era una afirmación, no una pregunta.
—Lo he hecho. —Podía volver a reprocharse todo aquello, pero estaba demasiado cansado, mierda.
Otra larga pausa al otro lado del teléfono.
—Más tarde hablaremos de ello. ¿Qué más? Y no me hagas arrancártelo. Suéltalo.
—Me ha llamado unas cuantas veces. No le he cogido el teléfono. Jamás l HH]