Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 356

ayudarlo un poco a decidirse. —Levanta las manos con aire defensivo—. Pero si no quieres que me meta, no lo haré —añade enseguida al verme fruncir el ceño. —Muy bien. La vida con Christian ya es bastante complicada de por sí, créeme. Dios, sueno como él. —Ana. —Hace una pausa, mirándome fijamente—. Estás bien, ¿no? ¿No irás a casa de tu madre para escapar? Me ruborizo. —No, Kate. Fuiste tú la que dijo que necesitaba un descanso. Se acerca y me coge de las manos, un gesto impropio de Kate. Oh, no… Me voy a echar a llorar. —Te veo… no sé… distinta. Espero que estés bien y que, sean cuales sean los problemas que tengas con el señor Millonetis, puedas hablarlo conmigo. Y que sepas que yo no pretendo provocarlo, aunque, la verdad, con él es como pescar en una pecera. Mira, Ana, si algo va mal, cuéntamelo. No te voy a juzgar. Procuraré entenderlo. Contengo las lágrimas. —Ay, Kate… —La abrazo—. Creo que me he enamorado de él de verdad. —Ana, eso lo ve cualquiera. Y él se ha enamorado de ti. Está loco por ti. No te quita los ojos de encima. Río tímidamente. —¿Tú crees? —¿No te lo ha dicho? —No con tantas palabras. —¿Se lo has dicho tú? —No con tantas palabras. Me encojo de hombros, como disculpándome. —¡Ana! Uno de los dos tiene que dar el primer paso, si no nunca llegaréis a ninguna parte. ¿Qué, que le diga lo que siento? —Me da miedo espantarlo. —¿Y cómo sabes que él no siente lo mismo? —¿Christian, miedo? No me lo imagino asustado de nada.