Literatura BDSM Cincuenta sombras de Grey ( E.L. James ) | Page 148

tener una décima parte de su elegancia. Es tan tranquilo y controlado… Frunzo el ceño al recordar su arrebato por la llamada de José… Bueno, al menos parece que lo es. Taylor está esperando al fondo. —Mañana, pues —le dice a Taylor. —Sí, señor —le contesta Taylor asintiendo—. ¿Qué coche va a llevarse? Me lanza una rápida mirada. —El R8. —Buen viaje, señor Grey. Señorita Steele. Taylor me mira con simpatía, aunque quizá en lo más profundo de sus ojos se esconda una pizca de lástima. Sin duda cree que he sucumbido a los turbios hábitos sexuales del señor Grey. Bueno, a sus excepcionales hábitos sexuales… ¿o quizá el sexo sea así para todo el mundo? Frunzo el ceño al pensarlo. No tengo nada con lo que compararlo y por lo visto no puedo preguntárselo a Kate. Así que tendré que hablar del tema con Christian. Sería perfectamente natural poder hablar de ello con alguien… pero no puedo hablar con Christian si de repente se muestra extrovertido y al minuto siguiente distante. Taylor nos sujeta la puerta para que salgamos. Christian llama al ascensor. —¿Qué pasa, Anastasia? —me pregunta. ¿Cómo sabe que estoy dándole vueltas a algo? Alza una mano y me levanta la barbilla. —Deja de morderte el labio o te follaré en el ascensor, y me dará igual si entra alguien o no. Me ruborizo, pero sus labios esbozan una ligera sonrisa. Al final parece que está recuperando el sentido del humor. —Christian, tengo un problema. —¿Ah, sí? —me pregunta observándome con atención. Llega el ascensor. Entramos y Christian pulsa el botón del parking. —Bueno… Me ruborizo. ¿Cómo explicárselo? —Necesito hablar con Kate. Tengo muchas preguntas sobre sexo, y tú estás demasiado implicado. Si quieres que haga todas esas cosas, ¿cómo voy a saber…?