y el cuento te mantiene al borde siempre queriendo saber un poco más como en este fragmento “Una noche estuve despierta hasta cerca de las dos de la mañana, oyéndolo afuera... Cuando desperté, lo vi junto a mi cama, mirándome con su mirada fija, pe- netrante... Salté de la cama y le arrojé la lámpara de gasolina que dejaba encendida toda la noche.” El cuento es de suspenso y te mantiene muy entretenido con los personajes y las accion si duda una de las mejores obras de Amparo Dávila.