PROSA
Yalexia Villalva Ramos
VIVIR IMPRUDENTEMENTE
Vivir imprudentemente es abusar de uno
mismo,
es torturarse a sí mismo mucho más ruda-
mente que morir,
como sucede con todos los tipos de abusos,
cuando se acostumbra a ello, parece diver-
tido.
Mi vida es muy embrollada,
incluso en este preciso momento de querer
vivir mi vida imprudentemente,
en lo más profundo de mi corazón,
me pregunto ¿Por cuánto tiempo más se-
guiré viviendo así?
Pensé en vivir de manera diferente como
una simple cosa,
debido a un dulce momento de éxito que
experimenté.
Se anunció el hecho de que el ambiente
que me estaba acogiendo era el mismo.
ANTAGONISTA
Solíamos decir: ”no vamos a cambiar”,
juramos que no cambiaríamos hasta el día
de nuestra muerte.
Pensaba que el juramento que ambas
nos hicimos se cumpliría realmente,
pensaba que mientras nos tuviéramos,
sería suficiente. ¿Quién ha sido la mala?
¿la que ha cambiado? ¿o la que no pudo ha-
cerlo?
Tú y yo somos dos piezas de puzle que no
encajan, si intentas juntarlas a la fuerza
acabas rompiéndolas,
y si intentas evitarlo porque tienes miedo
de herir a quien quieres,
los bordes se te clavaran.
Duele si te acercas, pero si te alejas,
es como si murieses.
DESERTAR
Como si todo estuviera bien…
como si nada hubiese pasado…
pero la verdad era que quería gritar,
la verdad era que quería correr,
sentía que me pillarían si gritaba,
sentía que me perseguirían si corría.
Temía que esa desgracia oculta
me agarrara los tobillos,
así que usaba cada ápice de fuerza
que me quedaba para andar.
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