Auras de Noviembre Carlos Sánchez Guillen
No tengas prisa patraña, Que no tardaras en volver, No es tiempo lo que falta.
Arranca las flores de la ventana,
Mira hacia donde trepan los tumbos, Ellos saben explicar mejor la desesperación que provoca el silencio atento.
Sabré cuan torpe hacía falta para alcanzar el infinito de mi paciencia, Algún día inesperado quemare mis retazos, De a pocos la primavera tenderá cambiar mi estación, Las palabras que he acumulado lo tenderé al olvido.
Estoy seguro que seré tarde de noviembre,
De rayos y vientos que despojan la moradas.
Aquella mirada que se detiene en mi paso, Calmará un aliento, Elevaré sus manos, Despediré su gracia en el silencio alojado,
Para que dibujen otros mundos, Para que el solitario encuentre una inspiración y se despida de ser hombre. He notado la angustia que provocan al nombrar los laureles ajenos,
Esconderse en el tumulto y decir“ somos locos“ Cada hombre repite una deuda del espacio que perturba.
Veo alas en la anchura de mi patria, Dejen de ver a los extranjeros, El viejo mundo ya es un cementerio, Vienen a respirar los pulmones de los andes, La magia que esconde a cada paso. La multitud arde, Reclamado al mendigo sus harapos, Estado se dicen llamar, ¿ Cuándo definirán su estado?, Lo mucho que pueden hacer es dejar de perturbar el silencio, Los espacios abiertos, Donde se gestan los poetas que adelantarán su vuelo hacia el otro lado del mundo, Donde no hay esperas, En ese mismo instante dejaré de coincidir con la existencia, Reiré de recordar que alguna vez fui hombre.
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