Liderazgo y Experiencia Médica Edición 35 Octubre 2015 | Page 115
Noé R.B.: El día lunes 9 de marzo de
2015, al salir del gimnasio a donde
acostumbro acudir, terminé mi rutina de
ejercicios antes de lo acostumbrado,
es decir, en unos cuarenta minutos. Me
senté en una banca exterior del gimnasio
a esperar a mi esposa, quien estaba
por terminar su rutina. Sentí un poco
de dolor abdominal y comencé a sentir
nauseas, por lo que decido ir al baño
a evacuar; al momento que fui al baño
vomité e inmediatamente evacué, con
lo que al terminar me sentí bien. Decidí
ir hacia mi casa, la cual está a cinco
calles del gimnasio; en ese instante mi
esposa llamó a mi celular porque no
me había encontrado en el gimnasio,
le comenté que iba hacía la casa... En
ese instante sentí un dolor en el lado
derecho del cuello, en la yugular, mismo
que se me extendía cada vez más fuerte
hacia el pecho en el esternón y ese dolor
se me corrió hacia el brazo izquierdo,
acompañado de punzadas muy fuertes en
el pecho y mi brazo izquierdo comenzó
adormecerse. Había recorrido dos calles
con los dolores y tratando de mantener mi
respiración. Me senté en una banqueta,
vomité nuevamente y llamé a mi esposa,
quien me recogió en la calle, me llevó a la
clínica Troncoso y de ahí me trasladaron al
Hospital de Cardiología del CMN
Siglo XXI, donde gracias a
su intervención hoy puedo
contar esto.
Javier Muñoz Moreno: El día 25 de febrero de 2015 aproximadamente a las 3:40 de
la mañana, mientras me encontraba en el trabajo, comencé a sentir un dolor en el
pecho del lado del corazón, el cual me impidió continuar con mis labores e hizo que me
retirara a mi domicilio, donde al sentirme desesperado por el intenso dolor lo primero
que hice fue llamar a mi hermana para que me auxiliara; ella salió de su habitación
inmediatamente y llamó a un amigo que hizo el favor de llevarme a la clínica 32. Durante
mi trayecto a la clínica me sentía desesperado pero aun así seguía pensando en mi
familia. Hoy agradezco a los doctores y a la gente que ha estado conmigo en este
proceso, porque gracias a ellos es que sigo viviendo con nuevas esperanzas de tener
una vida saludable, lejos de los excesos que casi me arrebatan lo más importante: la
vida.
“El señor de los miedos” AA: Siendo aproximadamente las 13:00 hrs. del día el 7 de
abril de 2015 me sacudió un fuerte dolor en el pecho, el que se me corrió a los brazos
y cuello, con un sudor frío y desesperación. Me fui al hospital Clínica 140, de ahí a la
Clínica 8 donde cedió el dolor del pecho. me mandaron al Hospital de Cardiología del
Centro Médico Nacional y entré a terapia intensiva el 9 de abril, con alta el día 10 y me
pasan a piso de hospitalización en la cama 219. El día 12 me practicaron un examen de
Ecocardiografía. En estos días puedes recordar tantas cosas que se dejan de hacer en
la vida para tu salud, porque nunca te has preocupado de ella por pensar en los demás
o en tus complacencias egoístas. A pesar de que yo ya había tenido una angina de
pecho hace 9 años y hace seis el doctor me mandó a una prueba de esfuerzo, no tuve
tiempo para mi salud por pensar en los demás. Ahora estoy aquí con otra oportunidad
que me da la vida y Dios.
Juan Arteaga: Todo comenzó un domingo
por la tarde: de repente la emergencia de
mí llegada a los servicios de urgencias.
Los síntomas evidenciaban infarto, yo
estaba desconcertado y asustado; los
médicos corrieron y me tranquilizaron…
¡Me salvaron la vida! Gracias... pero
la gravedad seguía: me trasladan a
Cardiología de urgencias todavía, me
avisan que me practicarían un cateterismo,
me explican el procedimiento y los
riesgos. Acepto. Gracias a Dios y a los
maravillosos médicos, enfermeras,
camilleros del hospital yo estoy
vivo… También gracias a mi
esposa, mis hijos, hermanos y
amigos que siempre estuvieron
conmigo apoyándome.
UMAE Hospital de Cardiología CMN Siglo XXI, IMSS LATIENDO JUNTOS, A TODO CORAZÓN
Laura Rosales Díaz: Yo nunca pensé
que a mí podría pasarme algo así, ya que
jamás había sentido ningún dolor, solo
me cansaba al caminar; a mí me habían
dicho que era un dolor de la vesícula
y fue cuando se dieron cuenta de que
tenía un problema en el corazón, así
que me internaron y tuve una operación
de corazón abierto donde me pusieron
conductos, y aun así yo no lo podía creer
hasta que me la realizaron. En el hospital
todos los doctores y enfermeras me
atendieron bien, me explicaron siempre
todo lo que me iban a realizar, hasta la
fecha que voy a mi recuperación han
estado al pendiente de todo, ahora ha
cambiado mi estilo de comer, de realizar
caminatas y de llevar una vida saludable.
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