LICEO ANTIOQUEÑO DE LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA LICEO UDEA | Page 142
De Liceo a Ciudadela Universitaria. Historia de la sede de Robledo de la Universidad de Antioquia
Coliseo
José Luis Betancur Chaverra
Por recomendación del Consejo de Instituto de Educación Física, el recién construido coliseo lleva
el nombre del profesor José Luis Betancur Chaverra, en honor a la memoria de tan entrañable y
destacado universitario. El Negro, como cariñosamente lo llamaron siempre sus amigos,
compañeros y alumnos, fue bachiller del Liceo Antioqueño, licenciado en Educación Física de la
Universidad de Antioquia y docente del Instituto Universitario de Educación Física.
La pasión de su vida fue el deporte. El Negro es considerado por muchos el mejor deportista de la
Universidad en toda su historia y uno de los mejores del país, destacándose en voleibol,
baloncesto, atletismo y béisbol, entre otros; además de representar con gloria a su Alma Máter
también hizo parte de selecciones departamentales y nacionales en diferentes modalidades.
A la par de sus cualidades, logros y múltiples reconocimientos por su excelente desempeño
deportivo desde la época del Liceo, su formación académica en las disciplinas del entrenamiento
deportivo y la pedagogía del deporte, su maestría en el ejercicio docente y su actitud vital lo
hicieron merecedor del mayor número de postulaciones a mejor profesor por los estudiantes de
último semestre de la licenciatura en Educación Física.
De carácter afable y jovial, su actitud ante la vida fue de alegría y se caracterizaba por su elegante
humor, del cual estaba excluida la ofensa a los demás. Sus amigos lo describen como una persona
leal, apartado siempre de las rencillas y enemistades comunes en su área de trabajo, razón por la
cual gozó del mayor aprecio y respeto de sus compañeros.
Fue ejemplo de superación y lucha constante contra la adversidad, a la que en ocasiones parecía
retar sólo para saberse vencedor. Tras una penosa y prolongada enfermedad El Negro falleció el
31 de marzo de 2009.
El profesor Hernán Marín Galvis, gran amigo suyo, refiere la siguiente anécdota:
El Negro nos contaba, entre risas, que después haber ganado los suramericanos llegó
muy orgulloso al Liceo a mostrar sus trofeos y medallas; pero resulta que él se había ido
sin pedirle permiso a los profesores. En ese año cursaba quinto y era el director de año
Don Hernán Castañeda Gómez. El Negro también fue a compartir la buena noticia con
Don Hernán, y él, claro, lo felicitó por esos logros tan importantes, pero luego le dijo que
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