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33 ¿En Nicaragua, es el Principio del Fin? TERRITORIO NACIONAL-(Especial para el periódico Información/Houston, Texas) En una dictadura en la que solo los jerarcas y los altos mandos militares llevan vidas de lujo y el pueblo carece de lo elemental, la presión social, tarde o temprano, termina levantándose contra esa situación de ignominia y con toda la razón de su lado. Eso se veía venir en esta Nicaragua sojuzgada y saqueada una y otra vez por la pareja que tiene el poder y que ha venido haciendo más estrechas las posibilidades para que la democracia surja, tal y como quieren los ciudadanos. En esta misma columna, desde que Daniel Ortega y su mujer, siguiendo las directrices desde La Habana y Caracas, hemos venido denunciando los atropellos que un día se dan contra la población civil… y otro día también. Por eso no nos sorprende el alzamiento de este mismo pueblo, que, más bien, había tardado en producirse ante las situaciones de hambre, falta de empleo y demás vejaciones que sufre y que provienen en línea directa de sus dictadores. Cuando redacto esta columna, las informaciones dicen que ha habido más de 25 muertos y decenas de heridos, debido a los enfrentamientos entre la policía, efectivos del ejército y los manifestantes. Hay represión armada en todo el país, mientras el enfado de los pobladores sigue en aumento. “La gota que rebalsó al vaso” sucedió cuando los ciudadanos se lanzaron a las calles en protesta contra las reformas que los dictadores quieren poner en práctica en el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS). Los pobladores salieron a las vías públicas en todo el país y en las principales ciudades, ya que el decreto promulgado por el dictador Daniel Ortega ordena que el aporte económico de los trabajadores y empleadores sufrirá un aumento monetario, las pensiones serán reducidas y será creado un tributo ilegal a las mismas pensiones, del 5 por ciento, como parte del abuso que plantea el gobierno dictatorial en contra de la gran masa trabajadora. Esa decisión unilateral del gobierno de Ortega y su mujer, hizo que miles de nicaragüenses se agolparan contra las sedes del INSS en varias ciudades, mientras el régimen les respondió con la policía antimotines y turbas organizadas clandestinamente por el mismo Estado sandinista, que se ha encargado de golpear a los manifestantes y robarles sus pocas pertenencias. Jóvenes universitarios, ancianos pensionados, activistas de la sociedad civil y periodistas de distintos medios de comunicación, han sido víctimas de la llamada “juventud sandinista”, dejados “a la libre” por las fuerzas policiales en los momentos cuando atacaban a las personas inconformes con las medidas implantadas por la pareja dictatorial. “La juventud sandinista ha sido apoyada descaradamente por la policía, en una típica operación de terrorismo de Estado”, señaló una joven que fue agredida brutalmente cuando caminaba de manera pacífica por la Capital, Managua. “Además de golpearnos sin misericordia, nos robaron los teléfonos celulares, cámaras de prensa y cuanto material nos pudieron arrebatar.” Manifestó un periodista. Al tercer día de caos, con incendios de edificios gubernamentales, ciudadanos encarcelados y más de 25 muertos entre la población civil, el dictador Daniel Ortega anunció su deseo de retornar al diálogo con el sector que se le enfrenta en las calles. El tiranuelo Ortega y su mujer, han pedido al