Libro Medicina Basada en Evidencias MBE Alberto Narvaez | Page 75
quizá yo podría ayudarle".
"Pues la verdad es que me haría un favor porque estoy bien perdido en esto de buscar
bibliografía. Verá, lo que quiero es encontrar alguna información que me ayude a decidir si
es conveniente aplicar quimioterapia a un paciente a quien se le ha extirpado un tumor en el
estómago y en caso afirmativo qué tratamiento habría que aplicar" , dijo el Dr.
Figuera.
"Usted lo que debe hacer es consultar una base de datos", le indicó la bibliotecaria. "Es la
mejor manera de encontrar información y después deberá valorar cuál, de entre todos los
documentos hallados, es el que más le conviene para resolver sus dudas. Ningún otro
método de acceso a la información se le puede igualar en cuanto a sistematización. Claro que
primero tiene que diseñar bien su estrategia de búsqueda y escoger correctamente la base de
datos".
"¡Oh!, eso no es problema –contestó el Dr. Figuera–, ya he consultado anteriormente
Medline".
"Muy bien –la sonrisa de la bibliotecaria se hizo aún más amplia–, puede usted consultar las
bases de datos desde el computador que ésta en el primer cubículo", le dijo señalándole una
máquina que en aquel momento estaba desocupada. "Y, por favor, si tiene algún problema y
cree que puedo ayudarle en alguna cosa no tiene más que decírmelo".
El Dr. Figuera se instaló delante del ordenador que le habían indicado y miró la pantalla. En
ella había un menú para seleccionar. Una de las opciones era Medline
(http://www.ncbi.nlm.nih.gov/sites/entrez/), y ésta es la que escogió. En la pantalla que
apareció a continuación introdujo los términos ,
siendo el resultado de 15.123 artículos identificados. Era realmente excesivo para revisar,
sobre todo cuando tras la lectura de los resúmenes de los 45 primeros registros no había
encontrado nada que le sirviera para contestar a su pregunta. ‘Y todavía tenía que repasar
¡más de 15.000 registros! Suspiró y pensó que lo más indicado sería leérselos con calma en
casa. Volvió a observar el número de artículos identificados en pantalla y pensó que si los
imprimía todos en la impresora de la biblioteca no acabaría en 2 horas, así que lo
mejor sería grabar el resultado de la búsqueda en un disquete. De esa manera podría
repasar la bibliografía con mayor detenimiento y, además, podría disponer de ella por si
la necesitaba en otra ocasión.
¡Pero no había cogido ningún disquete consigo!. Bueno, la bibliotecaria parecía muy
amable y seguramente tendría alguno.
Se dirigió de nuevo al mostrador: "Hola de nuevo. Mire, ya he hecho la búsqueda y ahora
tengo que leer los resúmenes y los títulos. Pero como me han salido más de 15.000
registros y tengo poco tiempo, he pensado en grabarlos en un disquete para hacerlo
tranquilamente en casa. Lo malo –dijo esbozando una sonrisa de disculpa- es que no
tengo ningún disquete. ¿Sería tan amable de dejarme uno? Mañana mismo se lo
devuelvo", concluyó el Dr. Figuera.
"Por mí no hay inconveniente. Pero lo que veo es que usted ha recuperado un número
excesivo de documentos. Si quiere, y en vista de que ahora no dispone de tiempo, puede
pasarse por aquí mañana u otro día que le vaya bien y hacemos la búsqueda juntos. Si
previamente traducimos correctamente su pregunta al lenguaje de la base de datos, si
utilizamos el tesauro, los límites y los filtros seguramente obtendrá un resultado mucho
más ajustado", le propuso la bibliotecaria.