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Capítulo 2 – Todo Acerca de la Infección por Hongo Candida
En un estado saludable y equilibrado, una persona realmente puede tener
millones de microorganismos Candida que sólo benefician a nuestro entorno
interno.
Mientras nuestro sistema tiene el apropiado equilibrio ácido-alcalino (se
tratará más sobre este punto más adelante), nuestro sistema inmunológico es
suficientemente fuerte y nuestras bacterias probióticas benignas
(Lactobacillus acidophilus, B. bifidum, Lactobacillus bulgaricus, Streptococcus
thermophilus y L. salivarius) como son mayores en relación con el número de
microorganismos Candida, mantienen bajo control el hongo Candida.
Es sólo cuando nuestro sistema interno se ve comprometido que se
desarrolla el ambiente perfecto para el crecimiento excesivo de los
microorganismos Candida. Esto se debe a la acumulación de tóxicos o (en
los intestinos, sangre, linfa o en los riñones), la pérdida de bacterias benignas
(debido al uso de medicamentos recetados, antibióticos o cloro, por ejemplo),
el debilitamiento del sistema inmunológico, exceso de acidez en el aparato
digestivo y una dieta rica en alimentos tóxicos, carbohidratos refinados
(azúcar, harina blanca, arroz blanco) y baja en frutas y hortalizas frescas.
El crecimiento excesivo de Candida es de hecho una condición que se deriva
de un estado interno de desequilibrio donde el microorganismo Candida
albicans se transforma de una levadura simple, nociva y no invasiva a una
forma de hongo micelial que invade el resto de su cuerpo.
Cuando la Candida se transforma de una levadura a una forma de hongo,
produce estructuras similares a raíces denominadas rizoides que penetran en
las paredes intestinales y crear agujeros en las paredes de los intestinos.
Esto permite a la levadura, residuos tóxicos, bacterias y alimentos no
digeridos entrar en el torrente sanguíneo. Esto causa muchos trastornos,
algunos desagradables y otros crónicos y peligrosos, tales como el síndrome
de intestino permeable, intolerancia a los alimentos, erupciones cutáneas,
niebla mental e irritación, picazón, hinchazón e inflamación o secreción
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