EL HOMO SAPIENS -DE LA CURIOSIDAD CREADORA A LA CIVILIZACIÓN TECNOLÓGICA-
La ubicación de las creaciones técnicas no basta identificarse con el tiempo de su aparición , pese a que constituye un momento de singular importancia .
El entendimiento del proceso del desarrollo de las técnicas que acompañaron el avance de los pueblos en las diferentes etapas de su ascenso civilizatorio tiene origen y desenvolvimiento a diferentes niveles en muchos lugares . Estos hechos y circunstancias evidencian que el esfuerzo de mejoras y transformaciones del ambiente de convivencia representan un espíritu característico del hombre en distintas latitudes y momentos epocales .
De allí que precisar el “ invento ” de manera aislada del contexto universal pudiera significar apreciaciones inexactas e injustas .
Por ejemplo , “ algunas civilizaciones alcanzaron un alto grado de aprovechamiento técnico sin ser por lo visto , profundamente influidas por los métodos y objetivos de la técnica . Todos los instrumentos críticos de la tecnología moderna – el reloj , la prensa de imprimir , el molino de agua , la brújula , el telar , el torno , la pólvora , sin hablar de las matemáticas , de la química y de la mecánica – existían en otras culturas . Los chinos , los árabes , los griegos , mucho antes que los europeos del norte , habían dado la mayor parte de los primeros pasos hacia la máquina .” 195
Pueblos hubo que crearon técnicas para construir maquinarias , pero que no acertaron para agregar valores o sea no tuvieron la creatividad para modificar lo que encontraron establecido por no poseer la cultura técnica suficiente . Otros aprovecharon las realizaciones de diversas comunidades e incluso , en ocasiones , les agregaron innovaciones .
Así , “ aunque las grandes obras de ingeniería de los cretenses , los egipcios y los romanos fueron realizadas principalmente sobre una base empírica , aquellos pueblos disponían claramente de una gran pericia técnica . Tenían máquinas ; pero no desarrollaron << la máquina >>. 196
En esta cooperación no concertada , pero presente misteriosamente en la ebullición mental de los pueblos de encontrar instrumentos auxiliares para la realización de sus faenas , “ correspondió a los pueblos de Europa occidental llevar las ciencias físicas y las artes exactas hasta un punto que ninguna otra cultura había alcanzado , y adaptar toda la forma de vida al paso y a las capacidades de la máquina .” 197
En las páginas de la vida humana , se transmiten hechos , ideas e interpretaciones que testimonian las formas y mecanismos diseñados por el hombre en atención a visiones , estudios o a sorpresas , es decir , encontrarse con situaciones jamás imaginadas ni cultivadas ni perseguidas .
En el ambiente de incierta nebulosa y panorama claroscuro de la indagación motivada por la curiosidad transformadora sometidas a la claridad de objetivos perseguidos “ la técnica y la civilización en conjunto son el resultado de elecciones , de aptitudes y de esfuerzos , tanto pensados como inconscientes , a menudo irracionales cuando al parecer , son de lo más objetivo y científico ; pero incluso cuando son incontrolables no son externos . La elección se manifiesta en la sociedad por pequeños incrementos y decisiones instantáneas , así como en ruidosas luchas dramáticas ; y el que no vea el papel que juegan las decisiones en el desarrollo de la máquina pone de manifiesto su incapacidad para observar los efectos acumulativos hasta tanto no estén tan arracimados conjuntamente externos e impersonales .” 198
Observando el pasado a través de este trazado , fundamento del presente , se detecta que “ a mitad del siglo XVIII la revolución industrial fundamental , la que transformó nuestra manera de pensar , nuestros medios de producción , nuestra manera de vivir , ya se había cumplido , las fuerzas externas de la naturaleza estaban dominadas ; y las fábricas , los telares y las hiladoras trabajaban afanosamente en toda Europa occidental . Había llegado el momento de consolidar y sistematizar los grandes avances que se habían realizado .” 199
195 |
L . J . Lebret . Op . cit ., p . 50 |
196 |
Ibídem |
197 |
Ibídem |
198 |
Lewis Mumford . Op . cit ., p . 24 |
199 |
Lewis Mumford . Op . cit ., p . 171 |
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Libro El Homo Sapiens . indd 74 12 / 01 / 22 07:05