EL LIBRO DE ENOC
2 Miré las tablillas celestiales y leí todo lo que estaba escrito y lo comprendí todo; leí el libro de todas las
acciones de la humanidad y de todos los hijos de la carne que están sobre la tierra, hasta las generaciones
remotas.
3 En seguida bendije al gran Señor, Rey de Gloria por la eternidad, porque ha hecho todas las criaturas del
universo y alabé al Señor por su paciencia y le bendije por los hijos de Adán.
4 Entonces dije: Bienaventurado el hombre que muera en justicia y bondad y contra el cual no se haya
escrito
un
libro
de
injusticia
ni
se
encuentre
uno
el
día
del
juicio
.
(Sal 1:1; Dn 7:10)
5 Esos siete santos me llevaron y me colocaron sobre la tierra frente al portón de mi casa y me dijeron: "Da
a conocer todo a Matusalén tu hijo; enseña a todos sus hijos que ningún ser de carne es justo ante el Señor,
porque
Él
es
su
Creador.
(job 9:2; Sal 14:1)
6 "Te dejaremos un año al lado de tu hijo hasta que des tus instrucciones, para que enseñes a tus hijo,
escribir para ellos lo que has visto y lo testifiques a todos tus hijos; luego, en el segundo año se te separará
de ellos.
7 "Que tu corazón sea fuerte porque los buenos anunciarán la justicia a los buenos, los justos con los justos
se alegrarán y se felicitarán el uno al otro.
8 "En cambio el pecador morirá con el pecador y el apóstata se hundirá con el apóstata.
9 "Los que practican la justicia morirán por obra de los hombres y serán llevados a causa de las acciones de
los malvados". (2R 22:20; Is 57:1)
10 En esos días terminaron de hablarme y yo regresé con mi gente, bendiciendo al Señor del universo.
Capítulo 82
1 Hijo mío, Matusalén, ahora te estoy contando y escribiendo todas estas cosas; te he manifestado todo y te
he dado los libros concernientes a ellas; preserva hijo mío, Matusalén, el libro de la mano de tu padre y
entrégalo a las generaciones del mundo.
2 Te he dado sabiduría a ti y a tus hijos para que ellos la entreguen a sus hijos por generaciones, sabiduría
que está por encima de sus pensamientos.
3 Aquellos que la comprendan no dormirán, sino que prestarán oído para que puedan aprender esta
sabiduría y a quienes la coman, ella le gustará más que un alimento exquisito.
4 Dichosos todos los justos; dichosos todos los que caminan por el camino de la justicia y que no pecan
como los pecadores en el cálculo de los días: cuando el sol recorre los cielos, entra y sale por cada puerta
durante treinta días, junto con los jefes de millar de la especie de las estrellas, añadiendo los cuatro días que
son intercalados para separar las cuatro partes del año, las cuales los guían y entran con ellas cuatro días.
(Dn 7:25)
5 Debido a ello los hombres se equivocan y no los cuentan dentro del cómputo completo del año, están en el
error y no lo reconocen debidamente,
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