Libro de ENOC BIBLIA COMPLETA (Enoc) | Page 530

20. 31 –21. 4 I Samuel 442 de Isaí para confusión tuya, y para confusión de la vergüenza 31 de tu madre? Porque todo el tiempo que el hijo de Isaí vivie- re sobre la tierra, ni tú estarás firme, ni tu reino. Envía pues, 32 ahora, y tráemelo, porque ha de morir. Y Jonatán respondió a su padre Saúl y le dijo: ¿Por qué morirá? ¿Qué ha hecho? 33 Entonces Saúl le arrojó una lanza para herirlo; de donde en- tendió Jonatán que su padre estaba resuelto a matar a David. 34 Y se levantó Jonatán de la mesa con exaltada ira, y no comió pan el segundo día de la nueva luna; porque tenía dolor a cau- 35 sa de David, porque su padre le había afrentado. Al otro día, de mañana, salió Jonatán al campo, al tiempo señalado con 36 David, y un muchacho pequeño con él. Y dijo al muchacho: Corre y busca las saetas que yo tirare. Y cuando el muchacho iba corriendo, él tiraba la saeta de modo que pasara más allá 37 de él. Y llegando el muchacho adonde estaba la saeta que Jonatán había tirado, Jonatán dio voces tras el muchacho, di- 38 ciendo: ¿No está la saeta más allá de ti? Y volvió a gritar Jonatán tras el muchacho: Corre, date prisa, no te pares. Y el muchacho de Jonatán recogió las saetas, y vino a su señor. 39 Pero ninguna cosa entendió el muchacho; solamente Jonatán y 40 David entendían de lo que se trataba. Luego dio Jonatán sus 41 armas a su muchacho, y le dijo: Vete y llévalas a la ciudad. Y luego que el muchacho se hubo ido, se levantó David del lado del sur, y se inclinó tres veces postrándose hasta la tierra; y besándose el uno al otro, lloraron el uno con el otro; y David 42 lloró más. Y Jonatán dijo a David: Vete en paz, porque am- bos hemos jurado por el nombre de Jehová, diciendo: Jehová esté entre tú y yo, entre tu descendencia y mi descendencia, para siempre. Y él se levantó y se fue; y Jonatán entró en la ciudad. 21 Vino David a Nob, al sacerdote Ahimelec; y se sorprendió Ahimelec de su encuentro, y le dijo: ¿Cómo vienes tú solo, 2 y nadie contigo? Y respondió David al sacerdote Ahimelec: El rey me encomendó un asunto, y me dijo: Nadie sepa cosa alguna del asunto a que te envío, y lo que te he encomendado; 3 y yo les señalé a los criados un cierto lugar. Ahora, pues, 4 ¿qué tienes a mano? Dame cinco panes, o lo que tengas. El sacerdote respondió a David y dijo: No tengo pan común a la