EL LIBRO DE ENOC
2 y fue elevado sobre el carro del espíritu y el nombre desapareció de entre ellos.
3 Desde ese día no fui contado más entre ellos y Él me hizo sentar entre dos regiones, entre el norte y el
occidente, allí donde los ángeles habían tomado cuerdas para medir para mí el lugar para los elegidos y los
justos.
4 Allí vi a los primeros padres y a los justos que desde el comienzo habitan en ese lugar.
Capítulo 71
1 Y ocurrió entonces que mi espíritu fue trasladado y ascendió a los cielos y vi a los hijos de Dios. Ellos
caminaban sobre llamas de fuego, sus ropas eran blancas y su cara resplandecía como el cristal.
2 Vi dos ríos de fuego, la luz de este fuego brillaba como el jacinto y caí sobre mi rostro ante el Señor de los
espíritus.
3 El ángel Miguel me tomó de la mano derecha, me levantó y me condujo dentro de toso los misterios y me
reveló los secretos de los justos; (Dn 12:1)
4 me reveló los secretos de los límites del cielo y todos los depósitos de las estrellas, de las luminarias, por
donde nacen en presencia de los santos.
5 El trasladó mi espíritu dentro del cielo de los cielos y vi que allí había una edificación de cristal y entre
esos cristales, lenguas de fuego vivo. (Ac 2:34)
6 Mi espíritu vio un círculo que rodeaba de fuego esta edificación y en sus cuatro esquinas había fuentes de
fuego vivo. (Ap 21:11)
7 Al rededor de ella había Serafines, Querubines y Ofanines, estos son los que no duermen y vigilan el trono
de su gloria.
8 Vi innumerables ángeles, miles y miles, miríadas y miríadas rodeando esa edificación
9 y a Miguel, Rafael, Gabriel y Sariel y a una multitud de santos incontable.
10 Con ellos estaba la cabeza de los Días, su cabeza era blanca y pura como la lana y sus vestidos eran
indescriptibles.
11 Caí sobre mi rostro, todo mi cuerpo desmayó, mi espíritu fue trasfigurado, grité con voz fuerte, con
espíritu de poder y bendije, alabé y exalté.
12 Estas bendiciones que salieron de mi boca fuero consideradas agradables ante esta Cabeza de los Días.
13 Y esta Cabeza de los Días vino con Miguel, Gabriel, Rafael y Sariel y una multitud innumerable de
ángeles.
14 Vino a mí, me saludó con su voz y me dijo: "Este es el Hijo del Hombre que ha sido engendrado por la
justicia, la justicia reside sobre él y la Cabeza de los Días no le abandonará". (Dn 7:13; Za 6:12)
15 Me dijo: "Él proclamará sobre ti la paz, en nombre del mundo por venir, porque desde allí ha provenido
la paz desde la creación del mundo y así la paz estará sobre ti para siempre y por toda la eternidad. (Is 9:5)
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