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I Samuel
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y destruye todo lo que tiene, y no te apiades de él; mata a
hombres, mujeres, niños, y aun los de pecho, vacas, ovejas,
camellos y asnos. Saúl, pues, convocó al pueblo y les pasó
revista en Telaim, doscientos mil de a pie, y diez mil hombres
de Judá. Y viniendo Saúl a la ciudad de Amalec, puso em-
boscada en el valle. Y dijo Saúl a los ceneos: Idos, apartaos
y salid de entre los de Amalec, para que no os destruya jun-
tamente con ellos; porque vosotros mostrasteis misericordia a
todos los hijos de Israel, cuando subían de Egipto. Y se apar-
taron los ceneos de entre los hijos de Amalec. Y Saúl derrotó
a los amalecitas desde Havila hasta llegar a Shur, que está al
oriente de Egipto. Y tomó vivo a Agag rey de Amalec, pero
a todo el pueblo mató a filo de espada. Y Saúl y el pueblo
perdonaron a Agag, y a lo mejor de las ovejas y del ganado
mayor, de los animales engordados, de los carneros y de todo
lo bueno, y no lo quisieron destruir; mas todo lo que era vil
y despreciable destruyeron. Y vino palabra de Jehová a Sa-
muel, diciendo: Me pesa haber puesto por rey a Saúl, porque
se ha vuelto de en pos de mí, y no ha cumplido mis palabras.
Y se apesadumbró Samuel, y clamó a Jehová toda aquella no-
che. Madrugó luego Samuel para ir a encontrar a Saúl por la
mañana; y fue dado aviso a Samuel, diciendo: Saúl ha venido
a Carmel, y he aquí se levantó un monumento, y dio la vuelta,
y pasó adelante y descendió a Gilgal. Vino, pues, Samuel a
Saúl, y Saúl le dijo: Bendito seas tú de Jehová; yo he cumplido
la palabra de Jehová. Samuel entonces dijo: ¿Pues qué balido
de ovejas y bramido de vacas es éste que yo oigo con mis oídos?
Y Saúl respondió: De Amalec los han traído; porque el pueblo
perdonó lo mejor de las ovejas y de las vacas, para sacrificarlas
a Jehová tu Dios, pero lo demás lo destruimos. Entonces dijo
Samuel a Saúl: Déjame declararte lo que Jehová me ha dicho
esta noche. Y él le respondió: Di. Y dijo Samuel: Aunque eras
pequeño en tus propios ojos, ¿no has sido hecho jefe de las tri-
bus de Israel, y Jehová te ha ungido por rey sobre Israel? Y
Jehová te envió en misión y dijo: Ve, destruye a los pecadores
de Amalec, y hazles guerra hasta que los acabes. ¿Por qué,
pues, no has oído la voz de Jehová, sino que vuelto al botín
has hecho lo malo ante los ojos de Jehová? Y Saúl respon-