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Jueces
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de Benjamín el tercer día, ordenaron la batalla delante de Ga-
baa, como las otras veces. Y salieron los hijos de Benjamín al
encuentro del pueblo, alejándose de la ciudad; y comenzaron
a herir a algunos del pueblo, matándolos como las otras veces
por los caminos, uno de los cuales sube a Bet-el, y el otro a
Gabaa en el campo; y mataron unos treinta hombres de Israel.
Y los hijos de Benjamín decían: Vencidos son delante de no-
sotros, como antes. Mas los hijos de Israel decían: Huiremos,
y los alejaremos de la ciudad hasta los caminos. Entonces se
levantaron todos los de Israel de su lugar, y se pusieron en
orden de batalla en Baal-tamar; y también las emboscadas de
Israel salieron de su lugar, de la pradera de Gabaa. Y vinie-
ron contra Gabaa diez mil hombres escogidos de todo Israel,
y la batalla arreciaba; mas ellos no sabían que ya el desastre
se acercaba a ellos. Y derrotó Jehová a Benjamín delante de
Israel; y mataron los hijos de Israel aquel día a veinticinco mil
cien hombres de Benjamín, todos los cuales sacaban espada.
Y vieron los hijos de Benjamín que eran derrotados; y los hijos
de Israel cedieron campo a Benjamín, porque estaban confia-
dos en las emboscadas que habían puesto detrás de Gabaa.
Y los hombres de las emboscadas acometieron prontamente a
Gabaa, y avanzaron e hirieron a filo de espada a toda la ciudad.
Y era la señal concertada entre los hombres de Israel y las em-
boscadas, que hiciesen subir una gran humareda de la ciudad.
Luego, pues, que los de Israel retrocedieron en la batalla, los
de Benjamín comenzaron a herir y matar a la gente de Is-
rael como treinta hombres, y ya decían: Ciertamente ellos han
caído delante de nosotros, como en la primera batalla. Mas
cuando la columna de humo comenzó a subir de la ciudad, los
de Benjamín miraron hacia atrás; y he aquí que el humo de la
ciudad subía al cielo. Entonces se volvieron los hombres de
Israel, y los de Benjamín se llenaron de temor, porque vieron
que el desastre había venido sobre ellos. Volvieron, por tan-
to, la espalda delante de Israel hacia el camino del desierto;
pero la batalla los alcanzó, y los que salían de las ciudades
los destruían en medio de ellos. Así cercaron a los de Benja-
mín, y los acosaron y hollaron desde Menúha hasta enfrente
de Gabaa hacia donde nace el sol. Y cayeron de Benjamín