EL LIBRO DE ENOC
9 Le supliqué a otro ángel que me revelara el poder de esos monstruos, cómo fueron separados en un solo
día y arrojados el uno al fondo del mar y el otro al suelo seco del desierto.
10 Me dijo: "Hijo de hombre, aquí vas a conocer los que es un misterio".
11 Me habló otro ángel que iba conmigo, que me revelaba lo que estaba oculto, el principio y el fin, en lo alto
del cielo y bajo la tierra en lo profundo, en las extremidades del cielo y en sus cimientos;
12 y en los depósitos de los vientos, cómo los vientos son divididos, cómo son pesados y cómo en sus
puertas los vientos son registrados de acuerdo con su fuerza; y el poder de la luz de la luna cómo es el poder
que le corresponde; y la diferenciación entre las estrellas de acuerdo con sus nombres y cómo están
subdivididas y clasificadas;
13 y el trueno en los lugares donde retumba y toda la distinción que es hecha entre los relámpagos para que
ellos brillen y entre sus huestes para que ellas obedezcan rápidamente.
14 El trueno hace pausas mientras espera su eco. Trueno y relámpago son inseparables, son unidos por
medio del espíritu y no están separados,
15 pues cuando el relámpago resplandece, el trueno hace oír su voz y el espíritu lo aplaca mientras repica, y
distribuye por igual entre ambos, pues el depósito de sus ecos es como arena y cada uno de ellos como sus
ecos son retenidos con un freno y devueltos por el poder del espíritu, son impulsados hacia muchas regiones
de la tierra.
16 El espíritu del mar es masculino y vigoroso y según su fuerza lo devuelve con un freno y así es alejado y
dispersado entre todas las montañas de la tierra.
17 El espíritu de la helada es su propio ángel y el espíritu del granizo es un buen ángel.
18 El espíritu de la nieve la deja caer de sus por su propia fuerza desde sus depósitos; ella tiene un espíritu
especial que sube de ella como humo y se llama escarcha.
19 El espíritu de la neblina no está unido con ellos en sus depósito, sino que tiene un depósito propio, ya
que su ruta es maravillosa, tanto en la luz como en la oscuridad, en invierno como en verano y su mismo
depósito es un ángel.
20 El espíritu del rocío habita en los límites del cielo y está conectado con los depósitos de la lluvia; viaja en
invierno o en verano y su nube y la nube de la neblina están relacionadas y la una da a la otra.
21 Cuando el espíritu de la lluvia sale del depósito, los ángeles van, abren el depósito y la dejan salir y
cuando ella se derrama sobre toda la tierra, se une al agua que está sobre la tierra .
22 Porque las aguas son para los que viven sobre la tierra y son un alimento para la tierra seca, que viene
desde el Más Alto que está en el cielo, por eso hay una medida para la lluvia y los ángeles se encargan de
ella.
23 Estas cosas vi en los alrededores del jardín de los justos]
24 [y el ángel de paz que estaba conmigo me dijo: "Esos dos monstruos han sido preparados para el gran
día de Dios y son alimentados a fin de que
Página
30