EL LIBRO DE ENOC
4 "reyes y poderosos que habitáis sobre la tierra, veréis a mi Elegido sentarse sobre el trono de gloria y
juzgar a 'Asa'el, sus cómplices y sus tropas, en el nombre del Señor de los espíritus". (Mc 14:62)
Capítulo 56
1 Vi las huestes de los ángeles de castigo que iban sosteniendo látigos y cadenas de hierro y bronce.
2 Pregunté al ángel de paz que iba conmigo, diciendo: "¿A donde quién van aquellos que llevan látigos?".
3 Me dijo: "hacia sus queridos elegidos, para que sean arrojados a los profundo del abismo del valle;
4 entonces este valle será llenado con sus elegidos queridos, los días de su vida llegarán a su fin y a partir de
ahí, el tiempo de su extravía no será contado.
5 "En esos días los ángeles regresarán y se lanzarán hacia el oriente, donde los partos y medos y sacudirán a
los reyes, tanto que un espíritu de desasosiego los invadirá, y los derrocarán de sus tronos, de manera que
huirán como leones de sus guaridas y como lobos hambrientos entre su manada.
6 "Ellos irán y pisarán la tierra de sus elegidos y la tierra de sus elegidos será ante ellos un camino trillado.
7 "Pero la ciudad de mis justos será un obstáculos para sus caballos: comenzarán a combatir contra ellos y
su mano derecha desplegará su fuerza contra ellos. Un hombre no conocerá a su hermano ni un hijo a su
padre ni a su madre, hasta que el número de cadáveres complete su matanza y su castigo no será en vano.
8 En ese tiempo el seol abrirá sus mandíbulas, serán engullidos por él y su destrucción culminará: la muerte
devorará a los pecadores en presencia de los elegidos.
Capítulo 57
1 Sucedió después de eso que vi un ejército de carros conducidos por hombre y que iban sobre los vientos
desde el oriente y desde el occidente hacia el sur.
2 Se escuchaba el ruido de los carros y cuando ocurrió tal alboroto los santos notaron que las columnas de
la tierra se movieron de su sitio y el sonido que se produjo se oyó de un extremo al otro del cielo durante un
día.
3 Y ellos se prosternaron y adoraron al Señor de los espíritus. Este es el fin de la segunda parábola.
Capítulo 58
1 Comencé a recitar la tercera parábola acerca de los justos y de los elegidos.
2 ¡Felices vosotros justos y elegidos pues vuestra suerte será gloriosa!
3 Los justos estarán a la luz del sol y los elegidos en la luz de la vida eterna; los días de su vida no tendrán
fin y los días de los santos serán innumerables.(Ap 21:23-24; 4Es 2:35)
4 Buscarán la luz y encontrarán justicia con el Señor de los espíritus: habrá paz para los justos en nombre
del Señor eterno. (Lc 2:14, 24:36)
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