Libro de ENOC BIBLIA COMPLETA (Enoc) | Page 385

297 Deuteronomio 20. 20 –21. 15 muchos días para tomarla, no destruirás sus árboles metiendo hacha en ellos, porque de ellos podrás comer; y no los talarás, porque el árbol del campo no es hombre para venir contra ti en el sitio. Mas el árbol que sepas que no lleva fruto, podrás 20 destruirlo y talarlo, para construir baluarte contra la ciudad que te hace la guerra, hasta sojuzgarla. Si en la tierra que Jehová tu Dios te da para que la po- 21 seas, fuere hallado alguien muerto, tendido en el campo, y no se supiere quién lo mató, entonces tus ancianos y tus jueces 2 saldrán y medirán la distancia hasta las ciudades que están alrededor del muerto. Y los ancianos de la ciudad más cer- 3 cana al lugar donde fuere hallado el muerto, tomarán de las vacas una becerra que no haya trabajado, que no haya llevado yugo; y los ancianos de aquella ciudad traerán la becerra a 4 un valle escabroso, que nunca haya sido arado ni sembrado, y quebrarán la cerviz de la becerra allí en el valle. Entonces 5 vendrán los sacerdotes hijos de Leví, porque a ellos escogió Je- hová tu Dios para que le sirvan, y para bendecir en el nombre de Jehová; y por la palabra de ellos se decidirá toda disputa y toda ofensa. Y todos los ancianos de la ciudad más cercana al 6 lugar donde fuere hallado el muerto lavarán sus manos sobre la becerra cuya cerviz fue quebrada en el valle; y protesta- 7 rán y dirán: Nuestras manos no han derramado esta sangre, ni nuestros ojos lo han visto. Perdona a tu pueblo Israel, al 8 cual redimiste, oh Jehová; y no culpes de sangre inocente a tu pueblo Israel. Y la sangre les será perdonada. Y tú quitarás la 9 culpa de la sangre inocente de en medio de ti, cuando hicieres lo que es recto ante los ojos de Jehová. Cuando salieres a la 10 guerra contra tus enemigos, y Jehová tu Dios los entregare en tu mano, y tomares de ellos cautivos, y vieres entre los cauti- 11 vos a alguna mujer hermosa, y la codiciares, y la tomares para ti por mujer, la meterás en tu casa; y ella rapará su cabeza, 12 y cortará sus uñas, y se quitará el vestido de su cautiverio, 13 y se quedará en tu casa; y llorará a su padre y a su madre un mes entero; y después podrás llegarte a ella, y tú serás su marido, y ella será tu mujer. Y si no te agradare, la deja- 14 rás en libertad; no la venderás por dinero, ni la tratarás como esclava, por cuanto la humillaste. Si un hombre tuviere dos 15