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Deuteronomio
5. 27 –6. 11
es el hombre, para que oiga la voz del Dios viviente que habla
de en medio del fuego, como nosotros la oímos, y aún viva?
Acércate tú, y oye todas las cosas que dijere Jehová nuestro 27
Dios; y tú nos dirás todo lo que Jehová nuestro Dios te dijere,
y nosotros oiremos y haremos. Y oyó Jehová la voz de vues- 28
tras palabras cuando me hablabais, y me dijo Jehová: He oído
la voz de las palabras de este pueblo, que ellos te han hablado;
bien está todo lo que han dicho. ¡Quién diera que tuviesen tal 29
corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis
mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para
siempre! Ve y diles: Volveos a vuestras tiendas. Y tú quédate 30 , 31
aquí conmigo, y te diré todos los mandamientos y estatutos y
decretos que les enseñarás, a fin de que los pongan ahora por
obra en la tierra que yo les doy por posesión. Mirad, pues, 32
que hagáis como Jehová vuestro Dios os ha mandado; no os
apartéis a diestra ni a siniestra. Andad en todo el camino que 33
Jehová vuestro Dios os ha mandado, para que viváis y os vaya
bien, y tengáis largos días en la tierra que habéis de poseer.
Éstos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos 6
que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los
pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para
tomarla; para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos 2
sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo,
y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que tus días
sean prolongados. Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos 3
por obra, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche
y miel, y os multipliquéis, como te ha dicho Jehová el Dios
de tus padres. Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno 4
es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda 5
tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te 6
mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus 7
hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por
el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás 8
como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus
ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas. 9
Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra que 10
juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob que te daría, en
ciudades grandes y buenas que tú no edificaste, y casas llenas 11