15. 19–37
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Números
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la tierra a la cual yo os llevo, cuando comencéis a comer del
pan de la tierra, ofreceréis ofrenda a Jehová. De lo primero
que amaséis, ofreceréis una torta en ofrenda; como la ofrenda
de la era, así la ofreceréis. De las primicias de vuestra masa
daréis a Jehová ofrenda por vuestras generaciones. Y cuando
errareis, y no hiciereis todos estos mandamientos que Jehová
ha dicho a Moisés, todas las cosas que Jehová os ha manda-
do por medio de Moisés, desde el día que Jehová lo mandó, y
en adelante por vuestras edades, si el pecado fue hecho por
yerro con ignorancia de la congregación, toda la congregación
ofrecerá un novillo por holocausto en olor grato a Jehová, con
su ofrenda y su libación conforme a la ley, y un macho cabrío
en expiación. Y el sacerdote hará expiación por toda la con-
gregación de los hijos de Israel; y les será perdonado, porque
yerro es; y ellos traerán sus ofrendas, ofrenda encendida a Je-
hová, y sus expiaciones delante de Jehová por sus yerros. Y
será perdonado a toda la congregación de los hijos de Israel, y
al extranjero que mora entre ellos, por cuanto es yerro de todo
el pueblo. Si una persona pecare por yerro, ofrecerá una ca-
bra de un año para expiación. Y el sacerdote hará expiación
por la persona que haya pecado por yerro; cuando pecare por
yerro delante de Jehová, la reconciliará, y le será perdonado.
El nacido entre los hijos de Israel, y el extranjero que habitare
entre ellos, una misma ley tendréis para el que hiciere algo
por yerro. Mas la persona que hiciere algo con soberbia, así
el natural como el extranjero, ultraja a Jehová; esa persona
será cortada de en medio de su pueblo. Por cuanto tuvo en
poco la palabra de Jehová, y menospreció su mandamiento,
enteramente será cortada esa persona; su iniquidad caerá so-
bre ella. Estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron
a un hombre que recogía leña en día de reposo. Y los que le
hallaron recogiendo leña, lo trajeron a Moisés y a Aarón, y a
toda la congregación; y lo pusieron en la cárcel, porque no
estaba declarado qué se le había de hacer. Y Jehová dijo a
Moisés: Irremisiblemente muera aquel hombre; apedréelo toda
la congregación fuera del campamento. Entonces lo sacó la
congregación fuera del campamento, y lo apedrearon, y mu-
rió, como Jehová mandó a Moisés. Y Jehová habló a Moisés,