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Números
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rael que echen del campamento a todo leproso, y a todos los
que padecen flujo de semen, y a todo contaminado con muerto.
Así a hombres como a mujeres echaréis; fuera del campamento
los echaréis, para que no contaminen el campamento de aque-
llos entre los cuales yo habito. Y lo hicieron así los hijos de
Israel, y los echaron fuera del campamento; como Jehová di-
jo a Moisés, así lo hicieron los hijos de Israel. Además habló
Jehová a Moisés, diciendo: Di a los hijos de Israel: El hombre
o la mujer que cometiere alguno de todos los pecados con que
los hombres prevarican contra Jehová y delinquen, aquella
persona confesará el pecado que cometió, y compensará en-
teramente el daño, y añadirá sobre ello la quinta parte, y lo
dará a aquel contra quien pecó. Y si aquel hombre no tuviere
pariente al cual sea resarcido el daño, se dará la indemniza-
ción del agravio a Jehová entregándola al sacerdote, además
del carnero de las expiaciones, con el cual hará expiación por
él. Toda ofrenda de todas las cosas santas que los hijos de
Israel presentaren al sacerdote, suya será. Y lo santificado
de cualquiera será suyo; asimismo lo que cualquiera diere al
sacerdote, suyo será. También Jehová habló a Moisés, dicien-
do: Habla a los hijos de Israel y diles: Si la mujer de alguno
se descarriare, y le fuere infiel, y alguno cohabitare con ella,
y su marido no lo hubiese visto por haberse ella amancillado
ocultamente, ni hubiere testigo contra ella, ni ella hubiere sido
sorprendida en el acto; si viniere sobre él espíritu de celos, y
tuviere celos de su mujer, habiéndose ella amancillado; o vi-
niere sobre él espíritu de celos, y tuviere celos de su mujer,
no habiéndose ella amancillado; entonces el marido traerá su
mujer al sacerdote, y con ella traerá su ofrenda, la décima par-
te de un efa de harina de cebada; no echará sobre ella aceite, ni
pondrá sobre ella incienso, porque es ofrenda de celos, ofrenda
recordativa, que trae a la memoria el pecado. Y el sacerdote
hará que ella se acerque y se ponga delante de Jehová. Luego
tomará el sacerdote del agua santa en un vaso de barro; toma-
rá también el sacerdote del polvo que hubiere en el suelo del
tabernáculo, y lo echará en el agua. Y hará el sacerdote estar
en pie a la mujer delante de Jehová, y descubrirá la cabeza
de la mujer, y pondrá sobre sus manos la ofrenda recordativa,