Libro de ENOC BIBLIA COMPLETA (Enoc) | Page 158

44. 19 –45. 3 Génesis 70 ruego que permitas que hable tu siervo una palabra en oídos de mi señor, y no se encienda tu enojo contra tu siervo, pues 19 tú eres como Faraón. Mi señor preguntó a sus siervos, dicien- 20 do: ¿Tenéis padre o hermano? Y nosotros respondimos a mi señor: Tenemos un padre anciano, y un hermano joven, peque- ño aún, que le nació en su vejez; y un hermano suyo murió, y él solo quedó de los hijos de su madre; y su padre lo ama. 21 Y tú dijiste a tus siervos: Traédmelo, y pondré mis ojos sobre 22 él. Y nosotros dijimos a mi señor: El joven no puede dejar 23 a su padre, porque si lo dejare, su padre morirá. Y dijiste a tus siervos: Si vuestro hermano menor no desciende con vos- 24 otros, no veréis más mi rostro. Aconteció, pues, que cuando llegamos a mi padre tu siervo, le contamos las palabras de mi 25 señor. Y dijo nuestro padre: Volved a comprarnos un poco de 26 alimento. Y nosotros respondimos: No podemos ir; si nuestro hermano va con nosotros, iremos; porque no podremos ver el rostro del varón, si no está con nosotros nuestro hermano el 27 menor. Entonces tu siervo mi padre nos dijo: Vosotros sabéis 28 que dos hijos me dio a luz mi mujer; y el uno salió de mi pre- sencia, y pienso de cierto que fue despedazado, y hasta ahora 29 no lo he visto. Y si tomáis también a éste de delante de mí, y le acontece algún desastre, haréis descender mis canas con 30 dolor al Seol. Ahora, pues, cuando vuelva yo a tu siervo mi padre, si el joven no va conmigo, como su vida está ligada a la 31 vida de él, sucederá que cuando no vea al joven, morirá; y tus siervos harán descender las canas de tu siervo nuestro padre 32 con dolor al Seol. Como tu siervo salió por fiador del joven con mi padre, diciendo: Si no te lo vuelvo a traer, entonces 33 yo seré culpable ante mi padre para siempre; te ruego, por tanto, que quede ahora tu siervo en lugar del joven por siervo 34 de mi señor, y que el joven vaya con sus hermanos. Porque ¿cómo volveré yo a mi padre sin el joven? No podré, por no ver el mal que sobrevendrá a mi padre. 45 No podía ya José contenerse delante de todos los que esta- ban al lado suyo, y clamó: Haced salir de mi presencia a todos. Y no quedó nadie con él, al darse a conocer José a sus herma- 2 nos. Entonces se dio a llorar a gritos; y oyeron los egipcios, y 3 oyó también la casa de Faraón. Y dijo José a sus hermanos: