La Tierra, inicio de la Creación
Querida Eva:
Después de todos estos años, reconozco que estaba equivocado acerca de ti al principio. Pero al pasar el tiempo, me voy dando cuenta de cuán importante fue tu llegada en el Paraíso. En realidad, eres la persona que llegaste y le pusiste nombre a todo esto que tenemos a nuestro alrededor, que es nuestro mundo, nuestra vida.
La parte que me faltaba en el Edén. Te quiero porque eres sensible, inteligente y una compañera irreemplazable.
Nunca imaginé que llegarías a mi vida. No sé qué hubiera sido de mí sin ti, Eva, mi amada y querida compañera. Te amo como soy yo, a mi manera, pero te amo.
Por más difícil que sea vivir te prometo que siempre voy a estar allí a tu lado. Ya sin ti mi vida no sería igual, no sería bella. Como cuando tú estás a mi lado. Estoy agradecido a la vida, a ti que eres una estrella que brilla y alumbra mi existencia.
Es mejor vivir fuera del Jardín contigo, que dentro de él sin ti.
Te seguiría adonde fueras; si algún día piensas dejarme, correría buscándote. Así tenga que atravesar ríos y montañas, llanuras y desiertos. Te amo con todo mi ser y mi locura, mi querida Eva.
Te amo
Adán
Isabel Pérez