El mundo, inicio de la Creación
Querido Adán:
Por tu amor, querido mío, he perdido el Jardín pero te he encontrado a ti, y estoy muy contenta.
Sé que al principio no tolerabas que fuera muy apasionada, que lo nuevo no fuera de tu agrado. Pero amor mío, tú eres causante de mi primera pena, pero también causante de este amor; me hiciste sentir algo nuevo que se llama “Amor”.
Debo admitir, y por ti estoy dispuesta a gritarlo al mundo entero, cuánto te amo y la hermosa revolución que causas en mí. No sabes qué feliz me siento que me ames como yo a ti, que me hayas elegido para ser la madre de tus hijos, para dormir juntos, para comer, en fin, para que me ames hasta el último día de tu vida.
Todos los días nos damos ese amor mutuo, creo que me gusta solo un poquito más que la luna y las estrellas. Porque en tus ojos veo la galaxia entera, porque en tu alma siento el fuego que tanto amo.
Sé que tanto amor tal vez haga mal, pero siento que si no te doy todo estoy mal, porque sé que te mereces todo mi amor y más. Jamás pensé enamorarme de tal manera, tan locamente pero esto me provocas y ya no sé cómo expresarlo.
Mi amor, yo “te amo con toda la fuerza de mi naturaleza apasionada”, así sí, así me siento, así te amo. Espero que sientas lo mismo, espero que me ames con tal fuerza y locura.
Te amo, Adán
Yo, tu Eva
Leslie Manrique