libro Amor Eterno. Cartas de Adán y Eva | Page 24

EL Mundo, inicio de la Creación

Querido Adán:

He perdido el Jardín, pero te he encontrado a vos y estoy contenta. Nunca pensé que mis lágrimas caídas por esa pérdida, iban a germinar en este amor, cuando Dios te puso en mi camino. Necesito gritarlo en estas líneas y decirte lo importante que sos para mí.

Sos el hombre que pudo sacarme la amargura y devolverme la sonrisa. Fuiste y sos el arquitecto de mi vida, supiste construir un puente entre tu corazón y el mío, y me diste tu mano para que lo transitemos juntos.

¿Sabés Amor? Me acuerdo de tu primer beso, mi timidez no podía despertar mis labios pero mi cuerpo, solo con tu mirada se estremecía. Esa mirada con la cual sigo vibrando, ese abrazo con el cual me siento protegida, y esos besos que despiertan la pasión a cada instante.

Con tus acciones, con tus cuidados y con tus caricias, me diste toda la seguridad de ser el hombre de mi vida. Tus formas de seductor, pícaro, alegre, compañero, solo me hacen agradecer a Dios el haberte encontrado.

Quiero que sepas, mi amor, que mis horas se hacen eternas cuando no estás; lo único que deseo es que llegue el momento de abrir la puerta y envolverme en tus abrazos.

“Yo te amo con toda la fuerza de mi naturaleza apasionada.”

Siempre tuya,

Nora

Nora Juarez