LEYENDAS MEXICANAS LEYENDAS MEXICANAS | Page 15

La leyenda del Charro Negro cuenta la historia de un espectro que alguna vez fue hombre y que, por su interminable ambición, fue condenado a sufrir los tormentos del infierno y a ser el cobrador de quienes, como él, tienen deudas pendientes con el diablo.

Cuando el sol comienza a esconderse y las gallinas trepan los árboles para dormirse, las madres meten a sus hijos, las puertas de las casas son atrancadas y los viajeros apresuran el paso mientras rezan. Nadie quiere encontrarse con el Charro Negro.

Se trata de un ente que recibe el nombre por su vestimenta. Siempre que se aparece, porta un elegante ajuar de charro color negro con detalles de oro o plata. Se le puede ver montado sobre su caballo: un gran animal cuyos ojos son dos bolas de fuego que parecen hurgar en el alma de la víctima.

Los citadinos tenemos suerte pues el Charro Negro solo acecha en las lejanías de la urbe y se presenta ante aquellos que viajan solos. Dicen que es porque los solitarios son una presa fácil. Quizá sea por el miedo que sienten y que a veces los incita a tomar malas decisiones.