PRESENTACIÓN
Con la llegada del nuevo Toyota
Supra, pareciera que los autos
japoneses están viviendo una
especie de edad de plata. Para
muestra solo basta ver que Honda
tiene de regreso al NSX, Nissan
hace lo propio con el majestuoso
GT-R, Subaru presume un
perfeccionado WRX STi S209, o
incluso, Mazda, valora la idea de
lanzar un nuevo RX-7. Y esto es
por citar un ejemplo, ya que la
lista, puede alargarse gratamente
si añadimos autos como Civic
Type R, MX-5, 370Z, etc. Bueno,
hasta Suzuki, nos arranca una
sonrisa con el Swift Sport…y eso
que me abstuve de mencionar a
las divisiones premium como
Infiniti y Lexus, que cuentan con
sus propias joyitas.
Ok, con autos así de buenos,
cuesta trabajo entender que,
existió una época mejor. Pero, en
verdad la hubo. De hecho, no es
ninguna sorpresa que la década
de los 90 es para los deportivos
japoneses, lo que los 60 fueron
para los muscle cars.
Literalmente, en esta edad de oro,
vimos nacer todo tipo de autos
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