Había una vez un dios llamado Montis y el mundo
necesitaba a un ser diminuto que derrotara a los temibles
15 monstruos.
Montis se ofreció a serlo y como era un dios tenía el poder
de hacerlo, entonces se transformó en un ser diminuto al
cual llamaron “Mantis”. Luego de esto fue al portal
interdimensional y luchó con los monstruos.
El primer monstruo era de hielo y lo derrotó con su aliento
de fuego. Los demás estaban formados también por uno de
los cuatro elementos: tierra, fuego, aire y agua y pudo
vencerlos pidiendo ayuda a los grandes espíritus de la
creación. Mantis unió dos de sus manos cerca de su
corazón, rezó y agradeció.
Desde entonces todo el mundo lo conoce como “Mantis
religiosa”
FIN
Fermín B.
Bruno F.
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