Lex Scripta Septiembre 2019 | Page 10

del mismo año la jueza cambiara de para pretender que se garantizaban opinión y ordenara la aprehensión de los mínimos para proteger su la periodista. integridad. Al llegar al Cereso en Es así como comenzó un proceso largo en el que no hubo consideración alguna con el debido proceso o los mínimos parámetros de derechos humanos, se dejó en claro que en México las influencias, cielo, tierra y mar mueven, pero sobre todo qué tan corrompido está el sistema. El 16 de diciembre del 2005, policías judiciales de Puebla coludidos con las fuerzas policiales de Quintana Roo y agentes privados de Nacif detuvieron a Lydia Cacho enfrente del Centro Integral para las Mujeres en Cancún; nunca le mostraron una orden de aprehensión, ni le explicaron los motivos. Al llegar a los separos en Quintana Roo, no la dejaron comunicarse y a partir de ahí la trasladaron en un viaje de 20 horas Puebla, las agresiones comenzaron de nuevo. La jueza declaró una fianza de de 70 mil pesos para su su libertad y fue hasta ese momento que supo quién la demandaba y de qué se le imputaba. En los meses que continuaron, organizaciones no gubernamentales se hicieron cargo de que dicho caso se supiera, poniendo en graves interrogantes al gobierno de Puebla, pero el punto más bajo para el estado llegó cuando La Jornada dio a conocer las llamadas telefónicas entre Nacif y Mario Marín en donde se burlaban de Lydia Cacho, admitían su movimiento de influencias para su aprehensión y aclamaban relaciones sexuales con menores de edad, hablando de ellas en clave. a Puebla, donde fue torturada, Lydia Cacho presentó varias amenazada e intimidada sexualmente. denuncias ese año a la Fiscalía Para este momento, ya habían varias Especializada para la Atención de organizaciones no gubernamentales y Delitos relacionados con actos de amigos de la periodista que acusaban violencia en contra de la mujer y la a la procuraduría de Puebla de atención de delitos cometidos a violación de derechos humanos, es periodistas. Fue así que, después de por esto que en la caseta a la entrada un largo proceso burocrático, la del estado, se cambió a la periodista a escritora fue absuelta por el delito de un coche custodiado por mujeres, calumnia, pero continuaría sujeta a un 9