del mismo año la jueza cambiara de para pretender que se garantizaban
opinión y ordenara la aprehensión de los mínimos para proteger su
la periodista. integridad. Al llegar al Cereso en
Es así como comenzó un proceso
largo en el que no hubo consideración
alguna con el debido proceso o los
mínimos parámetros de derechos
humanos, se dejó en claro que en
México las influencias, cielo, tierra y
mar mueven, pero sobre todo qué tan
corrompido está el sistema. El 16 de
diciembre del 2005, policías judiciales
de Puebla coludidos con las fuerzas
policiales de Quintana Roo y agentes
privados de Nacif detuvieron a Lydia
Cacho enfrente del Centro Integral
para las Mujeres en Cancún; nunca le
mostraron una orden de aprehensión,
ni le explicaron los motivos. Al llegar a
los separos en Quintana Roo, no la
dejaron comunicarse y a partir de ahí
la trasladaron en un viaje de 20 horas
Puebla, las agresiones comenzaron de
nuevo. La jueza declaró una fianza de
de 70 mil pesos para su su libertad y
fue hasta ese momento que supo
quién la demandaba y de qué se le
imputaba. En los meses que
continuaron, organizaciones no
gubernamentales se hicieron cargo de
que dicho caso se supiera, poniendo
en graves interrogantes al gobierno de
Puebla, pero el punto más bajo para el
estado llegó cuando La Jornada dio a
conocer las llamadas telefónicas entre
Nacif y Mario Marín en donde se
burlaban de Lydia Cacho, admitían su
movimiento de influencias para su
aprehensión y aclamaban relaciones
sexuales con menores de edad,
hablando de ellas en clave.
a Puebla, donde fue torturada, Lydia Cacho presentó varias
amenazada e intimidada sexualmente. denuncias ese año a la Fiscalía
Para este momento, ya habían varias Especializada para la Atención de
organizaciones no gubernamentales y Delitos relacionados con actos de
amigos de la periodista que acusaban violencia en contra de la mujer y la
a la procuraduría de Puebla de atención de delitos cometidos a
violación de derechos humanos, es periodistas. Fue así que, después de
por esto que en la caseta a la entrada un largo proceso burocrático, la
del estado, se cambió a la periodista a escritora fue absuelta por el delito de
un coche custodiado por mujeres, calumnia, pero continuaría sujeta a un
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